sábado, 13 de junio de 2015

Lo que hacen cuando no te aman realmente




Lo que hacen cuando no te aman realmente

Un principio que guía en mi propia vida es que las cosas más trágicas en nuestras vidas casi siempre vienen precedidas por lo más increíble. Creo que, en cualquier punto dado, nos enfrentamos con la elección de si seguir con lo que nos da y quita el universo o de aferrarnos y hundirnos en nuestra propia miseria. No me levanto en un pedestal para decirles esto. He estado en esas profundidades. Y sé cómo se siente. También sé que hay pocas cosas que te pueden destruir más rápido que los temas del corazón.


Cuando alguien te ame, lo sabrás. Si le importas a alguien, va a encontrar una manera de estar contigo. Si no lo hace, está inventando excusas. A veces pueden no estar seguros de si te aman o no, así que los verás ir de un lado para otro tratando de averiguarlo. El amor no es algo que requiera de trabajo cerebral. No es un puzzle que debas resolver o un misterio que debas descubrir. Simplemente es. Y debemos dejarlo ser -o no ser- naturalmente.

En general creo que la gente difiere mucho en sus experiencias y que no hay dos situaciones que sean iguales. Es difícil generalizar algo sobre el amor y el romance, pero haré una excepción. Sé de muchos de ustedes que probablemente están leyendo esto pensando que no sé de lo que hablo. Pensarán en todas las razones de por qué esa persona en realidad  te amó pero no pudieron estar contigo por esta u otra razón.


Está bien si eso es lo que quieres pensar, no te detendré. Pero la verdad es que a lo que te estás aferrando es a alguien que no te amó lo suficiente como para ponerte en primer lugar y hacerlo funcionar. Y si creo en algo, es en que todos merecemos estar con alguien que quiera estar con nosotros también. Nadie merece estar esperando toda la vida a una persona. Eso de “no es el momento” no es válido. Tampoco lo es “te quiero pero ahora mismo no puedo estar contigo”. Y es una manera egoísta que tienen para estar ‘ni contigo ni sin ti‘. Para tenerte esperando. No vale la pena, de verdad.

Así que lo que tenemos que aprender es a aceptar el amor que no nos dan.  No necesitas el amor de alguien para estar completo. No necesitas el permiso de alguien para seguir con tu vida. Lo que sí necesitas es tu propio amor.

Necesitas permitirte seguir adelante. Tienes la llave de  tu propia libertad.

Besos, 

MV 507

domingo, 7 de junio de 2015

En el norte es aun primavera y a las ovejas no las deja el tren

Hace un año lo decidí. No quiero enamorarme. No quiero vivir con el miedo a ser dañada otra vez. Quizá muchos digan que puedo estar siendo un poco amargada al pensar así, pero lo cierto es que no estoy preocupada por eso. No quiero enamorarme porque prefiero preocuparme por mí misma, por protegerme, por unir los pedazos de mi corazón que aún no logro recomponer. Porque fui dañada, de la peor forma, y no quiero volver a sufrir así de nuevo.

Sé que es una decisión un poco radical, pero lo hago por mí misma y me gustaría que me entendieran, pues creo que cada uno tiene el derecho de decir si quiere enamorarse o no, y yo no quiero. No de nuevo. 

Y estoy segura de que quizá no existe mejor protección que la que yo misma me puedo entregar. Puse mi corazón en manos de alguien más y lo único que hizo fue hacerlo pedazos, sin compasión, sin pensar en lo que podría pasarme, en el daño que podría hacerme y, sobre todo, en provocar que hoy en día ya no quiera volver a enamorarme otra vez. Pues perdí las esperanzas, porque entregué mi corazón confiando plenamente en que sería valorado y me lo devolvieron tal como cuando prestas una prenda y se te entrega descuidada y dañada.

Perdí la fe. Perdí las ganas. Dejé de creer en el amor, pero jamás en el amor propio y es en eso en lo que me quiero concentrar ahora. En sanarme, en cuidar mi bienestar y sentirme mejor y plena nuevamente. En analizar mejor y decidir correctamente en quién puedo confiar y en quién no. 

Luego en el proceso de sanar, aparece alguien especial, sincero, noble y dispuesto a compartir conmigo. Me parece injusto no darnos la oportunidad, podría ser maravilloso y real, como de cuentos de hadas: "el caballero de armadura brillante rescata a la damisela en apuros". 
Dejaré que fluyan los tiempos y  florezcan los sentimientos, total, en el norte es primavera y a las ovejas no las deja el tren. 
Besos 

MV507